El 27 de julio de 2017, hace cuatro años casi exactos, el pleno del Ayuntamiento de Valencia aprobaba dedicarle una calle a Miguel Ángel Blanco, el concejal de Ermua asesinado por ETA. Fue una propuesta del PP en el 20 aniversario de su asesinato. Sin embargo, el gobierno de Ribó y el PSOR guardó un cajón la moción aprobada y ha tardado nada más y nada menos que cuatro años en colocar la placa de la calle.