Marimar Blanco, presidenta de la FMAB, descubrió el pasado viernes, 21 de septiembre, en San Javier (Murcia) la placa de la Avenida que lleva el nombre de su hermano, el concejal de Ermua asesinado por ETA hace 21 años, Miguel Ángel Blanco, acompañada por el presidente de la Comunidad Autónoma de la Región de Murcia, Fernando López Miras y el alcalde de San Javier José Miguel Luengo, quien afirmó que se trata de «un gesto del municipio de San Javier a la memoria, dignidad y justicia hacia Miguel Ángel Blanco y hacia todas las víctimas del terrorismo».
La presidenta de la Fundación Miguel Ángel Blanco agradeció en hombre de su familia este homenaje a su hermano «con el que se recuerda y homenajea algo que no debemos olvidar nunca, el llamado espíritu de Ermua que supuso la unidad social que daba inicio al fin de ETA». Blanco advirtió de la oportunidad de este tipo de actos en la actualidad cuando se está construyendo el relato de los sucedido para contrarrestar el relato de los terroristas «que ansía el olvido, la equidistancia y que apela a la vieja teoría del conflicto y bandos enfrentados».
«Este país no puede olvidar a los verdaderos héroes de la democracia, inocentes a los que les arrebataron la vida por defender los principios de libertad, respeto y tolerancia» afirmó que destacó la importancia de «mantener viva la memoria como garantía de futuro, y de que que nunca nadie olvidará a las víctimas». Asimismo, recordó que fue la falta de libertad que se respiraba en el País Vasco lo que empujó a su hermano a entrar en política y que murió inocente como el resto de las víctimas de ETA «que nunca pertenecieron a ningún bando, ni pusieron bombas».