El ayuntamiento celebró ayer un minuto de silencio en recuerdo del 21 aniversario de la muerte de Miguel Ángel Blanco en manos de la banda terrorista ETA.
Además del alcalde, Àngel Ros, el acto contó con la presencia de concejales de varios grupos municipales, el subdelegado del Gobierno en Lleida, José Crespín, y el obispo, Salvador Giménez.