«Las consecuencias del terror son imborrables y no pueden ser blanqueadas ni relativizadas»

La Corporación ovetense homenajea a Miguel Ángel Blanco en el XXVII aniversario de su asesinato a manos de la banda terrorista ETA en la calle de la ciudad que lleva su nombre.

En 2007, la familia de Miguel Ángel Blanco decidió trasladar sus restos mortales desde Ermua a Galicia, harta de los constantes ataques al nicho por parte de violentos y acólitos de ETA. Allí, en el cementerio de una pequeña aldea (Faramontaos) a media hora de Orense, descansa desde entonces el concejal del PP de 29 años asesinado por la banda terrorista en julio de 1997. Ya han pasado veintisiete años. Este viernes, coincidiendo con ese 12 de julio en que el edil fue encontrado por las autoridades con dos heridas de bala en la cabeza tras 48 horas secuestrado y torturado (falleció al día siguiente), Oviedo le brindó un año más su tradicional homenaje en la calle de la ciudad que lleva su nombre. Un acto presidido por el primer teniente de alcalde, Mario Arias, y en el que la reivindicación fue muy clara. «Las consecuencias del terror son imborrables y no pueden ser blanqueadas ni relativizadas».

elcomercio.es (12/07/2024)

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