El vil asesinato del concejal de Ermua, Miguel Ángel Blanco, en 1997, a manos de ETA, supuso el principio del fin de la banda terrorista. La sociedad se echó a la calle para gritar ¡Basta ya! Hubo manifestaciones multitudinarias prácticamente en todas las localidades del país mostrando a los asesinos la sed de paz de un pueblo hastiado de la sinrazón de la violencia etarra.
La familia de Miguel Ángel Blanco recibió millones de cartas enviadas desde todas las partes del mundo. Esas misivas se guardaron en un garaje de Ermua bajo custodia de la posteriormente creada Fundación Miguel Ángel Blanco. Pues buena parte de esas cartas y de otros documentos relativos al asesinato del concejal del Partido Popular van a salir ahora a la luz.
OKDIARIO NAVARRA (20/06/2023)
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