Un documental de la Fundación Miguel Ángel Blanco recuerda 50 años después la primera masacre cometida por ETA, el 13 de septiembre de 1974 en el restaurante Rolando de Madrid, que se cobró 13 muertos y más de 70 heridos.
Antonio Alonso Palacín. María Jesús Arcos Tirado. Francisca Baeza Alarcón. Baldomero Barral Fernández. María Josefina Pérez Martínez. Antonio Lobo Aguado. Luis Martínez Marín. Concepción Pérez Paíno. Mari Ángeles Rey Martínez. Gerardo García Pérez. Francisco Gómez Vaquero. Manuel Llanos Gancedo. Félix Ayuso Pinel. Trece víctimas mortales, como trece eran los días de septiembre de 1974 que se habían tachado del calendario cuando todo hizo bum.
Lo más sangrante de esta historia de terror es el olvido. Uno se pregunta por qué, estando medianamente informado de los hechos contemporáneos de su país, desconocía este negro suceso hasta el visionado del documental. Quizás en salvar o enmendar esa falla en la memoria de los españoles está la importancia de la labor de la Fundación Miguel Ángel Blanco. También del Centro Memorial de Víctimas, en Vitoria, donde destaca el historiador Gaizka Fernández Soldevilla, que rema en el mismo sentido y colabora en esta producción documental. Porque si es relevante señalar a los verdugos –especialmente si se fueron de rositas, como es el caso– para no olvidarnos de la cara del Mal; es fundamental tener presentes a las víctimas del terrorismo y, más flagrantemente, del ostracismo. «Sobre estas víctimas pesa una doble condena porque sufrieron un doble olvido –apunta Felipe Hernández Cava–: el habitual que se profesa a las víctimas del terrorismo, y el de ser víctimas cuando ETA aún estaba bien vista porque luchaba contra Franco».
larazon.es (16/12/2024)
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