En el cementerio de la iglesia parroquial de Faramontaos, en el concello ourensano de A Merca, descansan los restos de Miguel Ángel Blanco, el edil popular de Ermua que fue secuestrado y asesinado hace 26 años por ETA. Su cuerpo fue trasladado el 23 de noviembre de 2007 a su pueblo natal, con total discreción, diez años después. El sacerdote rezó un responso ante no más de diez personas al tiempo que los restos fueron bajados al sepulcro. No estaban los padres ni su hermana. No quisieron revivir la tragedia.
Este miércoles, en el 26 aniversario de su asesinato, un pequeño grupo de personas, entre las que estaban sus tíos Aurelio y Paquita, el alcalde de la localidad, Manuel Garrido, varios concejales, la diputada Ana Belén Vázquez y el presidente provincial del PP, José Manuel Baltar, acudieron al camposanto para recordar su figura con una ofrenda floral y un minuto de silencio. Junto a Miguel Ángel Blanco descansan los restos de sus padres, Miguel Ángel y Consuelo Garrido, naturales de Faramontaos. El padre murió el 12 de marzo del 2020 en Vitoria y la madre veinte días después, en Madrid. Fue en plena pandemia y hubo que esperar tres meses para que sus restos pudieran descasar en A Merca.
lavozdegalicia.es (12/07/2023)
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