La Fundación Miguel Ángel Blanco junto a casi una veintena de asociaciones y fundaciones de víctimas del terrorismo, ha firmado un comunicado mediante el cual se denuncia el acto de exaltación terrorista celebrado el pasado sábado en la localidad francesa de Biarritz. Los colectivos de víctimas han subrayado que quienes allí comparecieron eran terrorista y no exiliados, como ellos se presentaban. Además, han perdido que no exista la impunidad.

COMUNICADO

No a la impunidad

 

Respuesta al acto celebrado el pasado sábado en la localidad francesa de Biarritz.

Las víctimas del terrorismo hemos vuelto a asistir a un nuevo episodio de exaltación del terrorismo, protagonizado en esta ocasión por el mundo de ETA y de quienes les apoyan, en un acto celebrado el pasado sábado en la localidad francesa de Biarritz. Un acto en el que han vuelto a tratar de cambiar la verdadera historia de terror que han protagonizado durante más de 50 años.

Las Asociaciones, Fundaciones y Colectivos de víctimas del terrorismoabajo firmantesqueremos manifestar nuevamente algo que es una obviedad: No hay delitos políticos en una democracia como la española. No hay presos políticos ni represaliados en una democracia como la española, y no hay refugiados políticos en una democracia como la española. Nadie tiene que huir pormotivos políticos. Esa es la verdad.

Las víctimas del terrorismo hemos dado sobradas muestras de que respetamos las leyes y acatamos las decisiones de la Justicia, porque creemos en ella. Nunca se han producido episodios de violenciapor nuestra parte como respuesta a los asesinatos terroristas de nuestros familiares. Creemos en nuestro Estado de Derecho.

Por todo ello, y ante las peticiones formuladas en el mencionado acto de Biarritz y que han tenido amplio eco en los medios de comunicación, las víctimas del terrorismo queremos manifestar que los protagonistas de dicho acto no son exiliados, son terroristas huidos. Cabe recordar que los únicos exiliados son aquellos ciudadanos que tuvieronque abandonar su tierra, el País Vasco, por la amenaza, la persecución y la coacción de la organización terrorista ETA.

Además, pedimos que no se produzcan episodios de impunidad, que ningún crimen quede sin juzgar, que nadie se salte las reglas del juego de la democracia y del Estado de Derecho. No nos cansaremos de recordar que todavía hay 326 asesinatos de ETA que no han podido ser juzgados por falta de autor, y no nos cansaremos de exigir a los miembros de la banda terrorista que si quieren demostrar su verdadero arrepentimiento den las pistas necesarias para que se detenga a los terroristas que cometieron todos esos crímenes y que sean juzgados por ello.

Creemos que el Estado de Derecho debe ser firme y justo con todos los ciudadanos. No debe permitir que se vuelva a chantajear a la sociedad, porque en este momento ETA no mata. No olvidemos que ETA está ahí y no quiere desaparecer. Tampoco se debe admitir que se mantengabajo sospecha la actividad de las Fuerzas de Seguridad del Estado, sin cuyo trabajo constante ETA no estaría como está.

Las víctimas del terrorismo pedimos por tanto que no se avalen impunidades de quienes todavía tienen delitos por juzgar y quequieren regresar como héroes desde el extranjero. Pedimos las colaboración de Francia. Pedimos que no se permita que los terroristas reescriban, libremente y sin oposición, la historia de terror de ETA, con más de 800 muertos y miles de heridos a lo largo de los últimos cincuenta años.

 

FIRMADO:

Fundación Víctimas del Terrorismo, Asociación Víctimas del Terrorismo, Asociación Dignidad y Justicia, Asociación Catalana de Víctimas de Organizaciones Terroristas, COVITE, Asociación Andaluza de Víctimas del Terrorismo, Asociación Gallega de Víctimas del Terrorismo, Asociación Valenciana de Víctimas del Terrorismo, Asociación Riojana de Víctimas del Terrorismo, Voces contra el Terrorismo, Asociación Plataforma de Apoyo a las víctimas del terrorismo, Asociación de Ayuda a las víctimas del 11M, Fundación Tomás Caballero, FundaciónMiguel ÁngelBlanco, Fundación Gregorio Ordóñez, Fundación Alberto Jiménez Becerril.

Madrid, 17 de junio de 2013