Las víctimas se preguntan si quienes hoy «pisan moqueta» de Bildu participaron en alguno de los crímenes sin resolver. “Han reunido en la prisión al comando que asesinó a mi hermano”.
El “sí” calculado del histórico dirigente de Batasuna y líder de EH Bildu, Arnaldo Otegi, anunciando su apoyo a los Presupuestos Generales del Estado, horas antes de que se debatieran en el Congreso sonó para las víctimas a bula que conmuta el tiro en la nuca, el coche bomba, la extorsión, el secuestro o el chantaje. El Gobierno de Pedro Sánchez, quien había negado más de seis veces a Bildu, avanzaba en la conversión de Otegi y su brazo político en demócratas. Para ello envío a su emisario, Pablo Iglesias, quien a golpe de tuits y conversación distendida con la portavoz abertzale, Mertxe Aizpurua “blanqueaba” el relato. Quedaba así rubricada la “operación traición”, a la Memoria.