Con motivo del aniversario del premio Sajarov concedido a la plataforma cívica ‘¡Basta Ya!’ en 2000, la presidenta Roberta Metsola inaugurará esta muestra que permitirá a los eurodiputados «ponerse en la piel» de quienes fueron acosados.
El odio acostumbra a buscar la luz y a elevar el tono hasta hacerse ensordecedor. El miedo tiende a refugiarse en el silencio, a esconderse en la oscuridad. La luz insolente y la niebla temerosa fueron el clima durante décadas en Euskadi y Navarra. La amenaza y el señalamiento campó demasiado tiempo sin que nadie se atreviera a plantarle cara. La heroicidad era demasiado cara. En 1999 hacerlo suponía exponerse, asumir un riesgo. Aquel primer grito a a cara descubierta clamando un ¡basta ya! no fue multitudinario ni ensordecedor. No al principio, pese a que en las cocinas, habitaciones y salones de cientos de miles de casas vascas se proclamaba un ¡basta ya! resignado cada vez que ETA recordaba que seguía viva.
EL INDEPENDIENTE (16/01/2023)
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