Málaga se suma al aniversario del asesinato del concejal de Ermua a manos de ETA y recuerda esos días de «tortura» en un acto «para todas las víctimas». En este, también con la presencia de la viuda de Martín Carpena.
Los días atroces que marcaron a sangre y fuego el mes de julio de 1997 terminaron con el asesinato de Miguel Ángel Blanco a manos de ETA pero fueron el comienzo de un despertar social que ahora, como en cada aniversario, sigue recordando a las víctimas de la banda terrorista. El concejal del PP de Ermua se ha convertido en el símbolo, pero con él fueron asesinados otros 852 ciudadanos inocentes, más de 2.500 resultaron heridos, «cientos fueron secuestrados y miles se fueron al exilio».