Durante el emotivo acto Marimar Blanco recordó aquellas protestas como «el inicio del fin de ETA», aunque lamentó que su hermano no haya podido ver las consecuencias que tuvo su secuestro para el futuro de la banda terrorista.

Además, quiso agradecer a las miembros de las Fuerzas de Seguridad del Estado el trabajo realizado para «derrotar policialmente» a la banda, al tiempo que les transmitió el apoyo de «muchos vascos» que sí que respaldan el trabajo que han realizado, a pesar de esos otros miembros del entorno abertzale que piden su salida del País Vasco.

El acto también contó con la presencia del alcalde, Manuel Barón, los diputados nacionales por la provincia de Málaga Ángel González y Avelino Barrionuevo, así como representantes del equipo de Gobierno del Ayuntamiento de Antequera, de los grupos políticos de la oposición, del Cuerpo Nacional de Policía, Guardia Civil y Policía Local.

La Corporación antequerana aprobó por unanimidad el pasado mes de septiembre el dedicar este espacio al concejal de Ermua, habiendo sido elegidos para darle nombre e instalar un monolito en su recuerdo a los jardines públicos ubicados junto a la avenida Blas Infante de Antequera, que desde el viernes llevan oficialmente su nombre , incluyendo un monolito en homenaje que fue desvelado por el regidor y la hermana del concejal asesinado.