La ciudad de Logroño ha recordado a Miguel Ángel Blanco en el XXVII aniversario de su asesinato a manos de la banda terrorista ETA. Un acto que ha contado con un minuto de silencio y una entrega floral en memoria del concejal de Ermua en el que se ha pedido, sobre todo a los más jóvenes, «no olvidar lo que pasó» porque «las consecuencias del terror son imborrables y no pueden ser blanqueadas ni relativizadas, se lo debemos a las víctimas».
Santander recordó el sábado, 13 de julio, a Miguel Ángel Blanco en el 27 aniversario de su secuestro y asesinato a manos de la banda terrorista ETA, con un acto simbólico celebrado en la plaza del Ayuntamiento.
Presidido por la alcaldesa Gema Igual, ha contado con la participación de la presidenta de Cantabria, María José Sáenz de Buruaga, la presidenta de la Asociación Cántabra de Víctimas del Terrorismo (ASCANVITE), Silvia Gómez, otras autoridades civiles y militares, y miembros de la Corporación Municipal.
Resumen del acto celebrado en Madrid, en los Jardines Miguel Ángel Blanco, el día 11 de Julio de 2024, en conmemoración del XXVII aniversario del asesinato de Miguel Ángel Blanco.
Gracias a las autoridades que ofrecieron sus palabras (José Luis Martínez-Almeida, Isabel Díaz Ayuso, Alberto Núñez Feijóo) y al público asistente por mantener viva la memoria.
Seguimos firmes y conscientes de la importancia de no olvidar.
Toda España revive este fin de semana la intensa conmoción que sacudió el país hace 27 años, cuando ETA secuestró y asesinó al joven concejal del PP Miguel Ángel Blanco. El 10 de julio de 1997, la organización terrorista secuestró a Blanco y lo ejecutó dos días después, un acto que unió a la sociedad española en un clamor unánime de rechazo a la violencia con el lema histórico: ¡Basta ya! El Ayuntamiento de la capital pacense dedicó este viernes día 10 un emotivo minuto de silencio en su recuerdo.
La vicepresidenta de la Junta de Castilla y León, Isabel Blanco, ha afirmado este sábado que el Gobierno de España «ha olvidado lo que pasó» respecto al asesinato del concejal del Ayuntamiento de Ermua (Vizcaya) Miguel Ángel Blanco, a manos de la banda terrorista ETA. «Tenemos un gobierno en España que ha olvidado esto, que hace del enfrentamiento y del ruido su forma de hacer política. Nosotros queremos defender los valores que defendía Miguel Ángel Blanco, el diálogo, el acuerdo, el consenso, la representación de los que piensan diferente y del trabajo por tus vecinos», ha señalado.
La ciudad de Burgos ha rendido esta mañana un emotivo homenaje a Miguel Ángel Blanco, el concejal de Ermua asesinado hace 27 años por la banda terrorista ETA. Lo ha hecho con la colocación de una placa en un monolito de la rotonda que lleva ya el nombre del edil vasco, situada en la confluencia de la avenida de Palencia con la calle Reina Leonor.
En el acto ha estado presente María del Mar Blanco, hermana del concejal asesinado en 1997, quien ha agradecido un homenaje que le hace especial ilusión ya que fue en Burgos donde realizó sus estudios universitarios, de aquí es su marido y es también la ciudad en la que Miguel Ángel Blanco realizó el servicio militar.
Burgos rinde homenaje a la memoria de Miguel Ángel Blanco, el concejal de Ermua asesinado por la banda terrorista ETA un 13 de julio de hace 27 años. Es en esta fecha precisamente cuando se hace oficial la inauguración de la rotonda de la capital que lleva su nombre. Una iniciativa que puso en marcha Javier Lacalle cuando era alcalde de la capital. Ratificada en el año 2022 con los votos a favor del PSOE, PP, Cs y Vox y uno en contra, el de Podemos.
El espacio urbano, situado en la confluencia de la avenida Palencia con la calle Reina Leonor, cuenta ya con un monolito que lleva el nombre del edil. La inauguración contó con la presencia de ciudadanos anónimos, miembros del equipo de gobierno, la federación de hostelería, los cronistas de la ciudad así como representantes de las Fuerzas y Cuerpos de eguridad del Estado que acompañaron a la hermana del Miguel Angel Blanco.
María del Mar Blanco, hermana del concejal asesinado en 1997 por ETA, recuerda el vínculo de su familia con la ciudad burgalesa y apela a «no permitir que los herederos» de la banda «reescriban la historia del terrorismo en España».
La ciudad de Burgos ha rendido esta mañana un emotivo homenaje a Miguel Ángel Blanco, el concejal de Ermua asesinado hace 27 años por la banda terrorista ETA. Lo ha hecho con la colocación de una placa en un monolito de la rotonda que lleva ya el nombre del edil vasco, situada en la confluencia de la avenida de Palencia con la calle Reina Leonor.
En el acto ha estado presente María del Mar Blanco, hermana del concejal asesinado en 1997, quien ha agradecido un homenaje que le hace especial ilusión ya que fue en Burgos donde realizó sus estudios universitarios, de aquí es su marido y es también la ciudad en la que Miguel Ángel Blanco realizó el servicio militar.
Este sábado se ha rendido homenaje al concejal del Partido Popular, Miguel Ángel Blanco, asesinado vilmente por la banda terrorista ETA, después de haberlo tenido secuestrado durante horas. Se cumplen ahora 27 años de aquel atroz y sanguinario acto.
Durante el acto organizado por S’HA ACABAT! y la ACVOT, con el apoyo de la Fundación Miguel Ángel Blanco, al que han acudido un centenar de personas, se ha recordado la figura del que fuera concejal de los populares en Ermua. Un joven cuyo único delito fue defender sus ideas y la democracia en un lugar tan complicado en aquel momento como era Euskadi.
«Un ciudadano valiente que defendía sus ideas sin complejos. ETA te eligió por su cobardía y su odio, no podía permitir que hubiera vascos que se sintieran también españoles», así ha definido José Vargas, presidente de ACVOT, a Miguel Ángel Blanco.
La Corporación ovetense homenajea a Miguel Ángel Blanco en el XXVII aniversario de su asesinato a manos de la banda terrorista ETA en la calle de la ciudad que lleva su nombre.
En 2007, la familia de Miguel Ángel Blanco decidió trasladar sus restos mortales desde Ermua a Galicia, harta de los constantes ataques al nicho por parte de violentos y acólitos de ETA. Allí, en el cementerio de una pequeña aldea (Faramontaos) a media hora de Orense, descansa desde entonces el concejal del PP de 29 años asesinado por la banda terrorista en julio de 1997. Ya han pasado veintisiete años. Este viernes, coincidiendo con ese 12 de julio en que el edil fue encontrado por las autoridades con dos heridas de bala en la cabeza tras 48 horas secuestrado y torturado (falleció al día siguiente), Oviedo le brindó un año más su tradicional homenaje en la calle de la ciudad que lleva su nombre. Un acto presidido por el primer teniente de alcalde, Mario Arias, y en el que la reivindicación fue muy clara. «Las consecuencias del terror son imborrables y no pueden ser blanqueadas ni relativizadas».
